Nuestras opiniones sobre el estándar Passivhaus. Ventajas e inconvenientes.

¿Quieres saber en qué casos recomendamos a nuestros clientes optar por el sello Passivhaus a la hora de construir su casa? Conoce nuestro análisis sobre las ventajas y linitaciones que encontramos en el estándar Passivhaus y descubre cómo y en qué circunstancias lo aplicamos.

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Tabla de contenido

    ¿POR QUÉ SE ESTÁ IMPONIENDO LA CONSTRUCCIÓN PASIVA?

    En un futuro no demasiado lejano, nos espera un mundo sin energías fósiles en el que las formas de construir, habitar y desplazarse tendrán que cambiar radicalmente. En el centro de este reto está la energía. Dentro de unos años, calentar una casa con las condiciones de eficiencia energética del parque inmobiliario actual ya no será viable.

    Es evidente que para reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y nuestro consumo de energías fósiles necesitamos rehabilitar energéticamente las viviendas existentes y construir los nuevos edificios de una forma mucho más eficiente.

    ¿En qué consiste un edificio pasivo?

    Cualquier edifico tiene dos partes, una parte pasiva y una activa.

    La  parte pasiva la confiere su forma y sus elementos constructivos (fachada, tejado, solera, carpinterías, etc…). La parte activa se la dan sus sistemas de calefacción y refrigeración que requieren de un aporte de energía externa (como una caldera o un equipo de aerotermia).

    Un edificio pasivo apenas requiere de un aporte activo (sistema de calefacción o refrigeración) para llegar a unas condiciones óptimas de habitabilidad.

    El hecho de que un edificio sea más o menos pasivo se suele cuantificar mediante la cantidad de energía que tiene que consumir al año para mantenerse en unas determinadas condiciones de confort térmico.

    Existen diferentes estándares que definen niveles más o menos exigentes.

    Desde hace más de una década, la directiva europea relativa a la eficiencia energética en los edificios trata de orientar la construcción hacia edificios de consumo de energía casi nulo. En Europa, construir según es estándar NZEB (Nearly Zero Energy Buildings / Edificios de Consumo casi Nulo) es obligatorio desde el 2018 para edificios públicos y desde 2020 para los privados.

    En nuestro país, esto lo recoge nuestro Código Técnico que desde el 2019 exige a todos los edificios nuevos a estar por debajo de un determinado nivel de consumo de energía total, estableciendo un criterio por zonas climáticas. Un edificio de consumo de energía casi nulo debe cumplir las exigencias del Documento DB HE Ahorro de Energía en el que se regula el consumo energético para edificios de nueva construcción.

    Otro estándar que se está implantando con fuerza en nuestro país es el sello PassivHaus de origen alemán, desarrollado por el PassivHaus Institut en 1988. PassivHaus es aún más exigente que nuestro Código Técnico. Limita la demanda energética de calefacción y refrigeración a 15kW/m2 año y la demanda de energía primaria (incluyendo climatización, agua caliente sanitaria y electricidad para otros usos) a 120kWh/m2 año

    Aunque es complicado establecer comparaciones precisas entre Código Técnico y PassivHaus ya que ambos difieren en su sistema de cálculo, las exigencias del estándar Passivhaus en materia de eficiencia energética son sustancialmente mayores.

    ¿CÓMO SE CONSIGUE ALCANZAR UN ESTÁNDAR PASIVO?

    Los pilares en los que se basa una construcción pasiva son:

    Si quieres profundizar en estos conceptos, puedes hacerlo en nuestro artículo ¿Qué es y cómo funciona una casa pasiva?

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    ¿Cuáles son las ventajas de una casa pasiva?

    Las ventajas de una construcción pasiva son evidentes.

    • Consumo cero: Si realmente queremos alcanzar las metas de reducción de emisiones que nos hemos fijado para el 2050 y tener en cuenta el precio que tendrá la energía, está claro que, debemos tender lo más posible a un “consumo cero”.

    • Mejora en la calidad de la construcción: Además, los estándares de construcción pasiva han incidido de forma muy positiva en al sector de la edificación en nuestro país. Una obra pasiva necesariamente tiene que recurrir a una mano de obra precisa y cualificada. Esto está impulsando un cambio importante en la forma de construir convencional.

    • Precisión: Una casa pasiva también tiene que basarse en unos cálculos térmicos muy rigurosos y en un control de obra exhaustivo, aspectos también muy positivos para la calidad del proceso de proyecto y obra.

    ¿Cuáles son los inconvenientes del estándar Passivhaus?

    Las únicas limitaciones que le encontramos al estándar Passivhaus son:

    • No tener en cuenta la huella de carbono durante la fase de construcción. El estándar sólo tiene en cuenta la huella de carbono producida en la fase de uso de la casa. Es decir, se basa únicamente en la energía vinculado al funcionamiento de la vivienda durante su vida útil (calefacción, producción de agua caliente, etc…).

    Es cierto que esto ya es un gran paso.

    Hasta el día de hoy, el impacto que un determinado edificio tenía sobre el medio ambiente dependía sobre todo de su eficiencia energética. Los edificios que construíamos eran tan poco eficientes y tan contaminantes que la incidencia que pudieran tener otros factores era mínima en comparación.

    Pero el impacto ambiental de un edificio va más allá de su consumo energético.

    Hay que tener también en cuenta el coste energético de la fabricación de sus materiales de construcción. Para esto es importante usar materiales que traigan consigo la menor cantidad posible de “energía gris” o “huella de carbono”. La energía gris es la que ya está presente en los materiales cuando llegan a la obra. Tendrán mucha si su proceso de producción y transporte ha sido requerido mucha energía.

    Para entender esto es muy interesante e intuitiva la herramienta Material Pyramid (Pirámide de Materiales) realizada por CINARK/The Royal Danish Academy y Vandkunsten Architects.

    Tener una visión amplia es importante porque desde el punto de vista estrictamente energético los principales costes de un edificio pueden deberse (en un edificio térmicamente eficiente) ya no tanto al acondicionamiento térmico (calefacción y refrigeración) de la construcción durante su periodo de vida sino al paquete completo: construcción, mantenimiento y deconstrucción.

    Samuel Courgey y Jean Pierre Oliva, expertos en construcción sostenible, han realizado unas interesantes estimaciones al respecto. En un edificio medianamente aislado, consideran que la “energía gris” incluida en los elementos constrictivos equivale a unos 20 años de su consumo energético para calefacción. Este valor aumenta considerablemente (de forma relativa) cuando la eficiencia energética del edificio aumenta. Estiman que son unos 50 años en un edificio bien aislado y que sobrepasa el siglo en una construcción Passivhaus.

    Estos autores han realizado estudios en los que en función del material de aislamiento y de la zona en la que se construye hay lo que ellos llaman un “techo energético”, un espesor de aislamiento a partir del cual estaríamos consumiendo más energía para su producción y puesta en obra de la que ahorraremos a lo largo de su vida útil.

    Po ejemplo, en Niza, usar en una vivienda un espesor de espuma de poliuretano (uno de los materiales de aislamiento con mayor huella de carbono) superior a 9,4cm. no tiene sentido desde este punto de vista. Si superamos este espesor, estaríamos consumiendo más energía en el proceso de construcción de la que ahorraríamos durante la vida útil de la casa. (4)

    ¿Cómo aplicar el estándar Passivhaus o casa pasiva?

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    Nosotros recomendamos hacerlo con una visión global que tenga en cuenta tanto el proceso de construcción como el periodo de funcionamiento de la casa.

    Passivhaus es una estupenda herramienta de cálculo y de ejecución que permite tener un control exhaustivo sobre el comportamiento térmico del edificio. Sólo hay que incorporarle una visión un poco más amplia para la elección de los materiales y de los sistemas constructivos. Pero, para esto, es a veces importante poder tener un poco de flexibilidad.

    Si nos fijamos como inamovible el umbral Passivhaus de reducir la demanda energética de calefacción y refrigeración por debajo 15kW/m2 año y tenemos un presupuesto limitado, es posible que sólo logremos nuestro objetivo usando materiales económicos, pero con una elevada huella de carbono (como los aislamientos derivados del petróleo o carpinterías de PVC).

    Conseguiremos una casa muy eficiente, pero no será especialmente ecológica.

    En algunos casos, lograremos un mejor equilibrio quedándonos cerca de este umbral pero considerando en el cómputo de la descarbonización de la construcción el ciclo de vida completo (construcción, mantenimiento y deconstrucción).

    Hay que estudiar cada caso con detenimiento para tomar decisiones equilibradas.

    En esta dirección van las investigaciones del bio-constructor Jean Claude Melgoni, que define una vivienda de referencia (llamada “TER”, techo ecológico responsable), siguiendo criterios de eficiencia energética pero también pautas de ecología de la construcción.

    Criterios para una casa sostenible Eco-Bau

    Estos criterios que recoge en su libro “La construction écologique” (5) van desde valores de aislamiento de la envolvente (muros, cubierta y suelo), uso de materiales locales, materiales a evitar (PVC, aislamientos derivados del petróleo), criterios de estanqueidad, sistemas de ventilación, sistemas de producción de calefacción o de agua caliente, sistemas ecológicos de refrigeración, gestión de los puentes térmicos y uso de la inercia térmica.

    Otra cuestión que nos parece importante incorporar, es la salud en la construcción. En este campo, el estándar Passivhaus se centra en las condiciones de clima interior. Otros estándares equivalentes, como Minergie, en Suiza, consideran además otros factores.

    Minergie tiene un complemento, Minergie ECO, fruto de la colaboración de Minergie con Eco-Bau, asociación suiza para la salud en la construcción, que tiene en cuenta varios criterios más relacionados con la salud que nos parecen fundamentales.

    Para Minergie ECO, son criterios de exclusión cuestiones como el uso de biocidas en maderas interiores, la utilización de productos que puedan emitir formaldehidos o una elevada presencia de componentes orgánicos volátiles (COVs) en el aire interior.

    Este estándar también introduce instrumentos de planificación en cuanto a la iluminación natural, la protección contra el ruido exterior y el clima interior.

    Minergie ECO. Puntos importantes

    Puntos importantes para Minergie ECO:

    1.       Planificación para una larga vida útil: flexibilidad en el uso, simplicidad de deconstrucción y reciclaje.

    2.       Energía gris reducida en los materiales de construcción.

    3.       Óptima calidad de aire interior

    4.       Óptimo aislamiento acústico

    5.       Reducción de sustancias tóxicas en los espacios interiores

    6.       Ecología de la construcción: uso de materiales reciclados o ecológicos, protección de suelos.

    Nuestra opinión sobre el estándar PassivHaus

    Passivhaus ofrece unas herramientas fantásticas que nosotros usamos habitualmente en el estudio. Pero no recomendamos usarlo como una herramienta aislada, nos parece importante englobarlo dentro de una visión más amplia.

    Consideramos que es importante combinar la eficiencia energética con el confort, la salud y la ecología de la construcción.

    Puedes profundizar en nuestro enfoque en los artículos: Qué es la arquitectura ecológica” y Casa pasiva y casa ecológica ¿Son lo mismo?

    No dudes en contactar con nosotros si quieres saber cómo trabajamos. Estaremos encantados de ayudarte con el proyecto de tu casa pasiva.


    Bibliografía:

    1. Nearly zero-energy buildings European Commission, 2020

    2. Documento Básico HE Ahorro de Energía. Código Técnico de la Edificación 2019.

    3. Guía del estándar Passivhaus. Edificios de consumo energético casi nulo. Comunidad de Madrid, 2011.

    4. La conception bioclimatique: Des maisons économes et confortables en neuf et en réhabilitation. Jean-Pierre Oliva, Samuel Courgey Terre vivante édition. 2006

     
     

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