Casa ecológica: ¿obra nueva o rehabilitación?
¿Qué es una rehabilitación ecológica?
Una rehabilitación ecológica es un proyecto de rehabilitación basado en los pilares de la arquitectura sostenible: se asienta en estrategias de arquitectura bioclimática, reduce a un mínimo la demanda energética, supone un impacto moderado en el entorno y crea, además, un entorno de vida sano siguiendo los principios de la bioconstrucción.
Rehabilitación energética y rehabilitación ecológica ¿qué son?
La rehabilitación energética de los edificios existentes se impone como un inmenso campo de actuación para los próximos años.
La construcción nueva representa un porcentaje mínimo del conjunto de edificios existentes. La inmensa mayoría del parque de viviendas de nuestro país está compuesto por edificios existentes muy poco eficientes desde el punto de vista energético.
La actual crisis ecológica, el cambio climático, el aumento del precio de la energía y la comparación entre los edificios más antiguos y los nuevos, cada vez más eficientes, son los principales factores detrás de una creciente necesidad de mejora energética, un sector con una inmensa perspectiva de futuro.
Pero una rehabilitación ecológica va más allá de la pura eficiencia energética.
Requiere de un trabajo previo de análisis en profundidad del edificio, de sus técnicas constructivas, de su historia, de sus posibles patologías. Hay que discernir entre los elementos que lo componen que han llegado al final de su vida útil y los que se pueden conservar, reutilizar y reinsertar en el ciclo de vida. Es necesario analizar el comportamiento bioclimático del edificio antiguo y estudiar si se puede mejorar. Y, por último, hay que estudiar el impacto que puede tener sobre la salud de sus habitantes para tratar de corregir posibles problemas.
En este artículo vamos a realizar un recorrido por los principios fundamentales de una rehabilitación ecológica.
Pasos para arrancar una rehabilitación ecológica:
1. Analizar el edificio existente
Cuando empezamos un proyecto de rehabilitación ecológica, la primera etapa consiste en estudiar en profundidad la base que tenemos. Qué antigüedad tiene el edificio, siguiendo qué normativa se ha construido, en qué estado de conservación se encuentra, si tiene algún riesgo sanitario (como presencia de materiales tóxicos como el amianto o el plomo) o posibles patologías.
También es necesario realizar un diagnóstico del estado de sus instalaciones interiores y un inventario de sus materiales y sistemas constructivos.
2. Estudiar el entorno normativo
Por otra parte, es imprescindible estudiar el entorno normativo. Necesitaremos conocer la normativa urbanística que aplica sobre el edificio para estudiar las posibilidades de transformación que tiene, los cambios de uso posibles, si se puede plantear una ampliación o si se pueden modificar sus fachadas.
Estudiaremos cuáles son los pasos y licencias administrativas a obtener para poder realizar los trabajos que se van perfilando.
3. Definir los parámetros ecológicos de nuestro proyecto
El tercer paso será definir cuál es nuestra ambición a nivel energético. Si queremos que nuestro proyecto cumpla únicamente con el Código Técnico y la normativa obligatoria o si queremos alcanzar un estándar de mayor exigencia como EnerPhit (un estándar de eficiencia energética especial para rehabilitación definido por el instituto PassivHaus).
También tendremos que definir los objetivos ecológicos de nuestra rehabilitación. Más allá de la pura eficiencia energética, una rehabilitación ecológica tendrá en cuenta aspectos como el impacto sobre la salud de sus habitantes o la huella sobre el medio ambiente de los materiales que se utilicen en su construcción, de la gestión del agua y de los residuos.
Pasos para el proyecto ecológico de arquitectura
Una vez tengamos claro la base que tenemos entre manos, el entorno en el que nos vamos a mover y lo que queremos conseguir, podremos ir dando pasos. Y los iremos dando, apoyándonos en los pilares de la arquitectura ecológica.
1. La arquitectura bioclimática es la base fundamental del proyecto ecológico
La arquitectura bioclimática es la base de cualquier proyecto ecológico, sea de obra nueva o de rehabilitación.
En rehabilitación partimos ya de un elemento construido, por lo que será fundamental entender cómo se está comportando desde el punto de vista bioclimático. Habrá que entender cómo funciona constructivamente, cómo utiliza las propiedades físicas de los materiales, de qué forma se protege de la humedad, cómo se ventila. Necesitamos planificar la intervención para no intervenir negativamente sobre ninguno de sus sistemas.
Si estamos ante un edificio de arquitectura tradicional, ésta suele tener unas sólidas bases bioclimáticas, que tendremos que entender y respetar. Éstas suelen abarcar factores como la compacidad de la construcción, estrategias para protegerse de los vientos dominantes o para exponerse al sol invernal, mecanismos para protegerse del asoleo estival o de la lluvia.
Nuestra rehabilitación deberá tratar de mantener y mejorar las cualidades bioclimáticas del edificio sobre el que se interviene.
Por ejemplo, podremos plantearnos ampliar los huecos de la fachada sur para captar más energía solar en invierno o instalar una nueva pieza que favorezca la captación como puede ser un invernadero bioclimático.
También aprovecharemos actuaciones necesarias como la redistribución de usos, o la construcción de una ampliación para optimizar el comportamiento bioclimático del edificio.
2. Eficiencia energética en rehabilitación de arquitectura
Una vez tengamos planificado el comportamiento bioclimático del edificio con todas sus mejoras y modificaciones, pasaremos a analizar su eficiencia energética.
Será mucho más sencillo optar a un estándar muy exigente si la edificación sobre la que intervenimos puede fácilmente aislarse térmicamente por el exterior. Lo óptimo es tener como base una edificación exenta, de volumen sencillo, compacto, con fachadas planas sin salientes ni terrazas.
Si queremos llegar al estándar Casa Pasiva o EnerPhit, será necesario sustituir ventanas y puertas por unas carpinterías mucho más eficientes (de triple vidrio con cámaras de argón), lograr una óptima estanqueidad al aire e instalar un sistema de ventilación con recuperador de calor que tenga una eficiencia superior al 75%..
Si optamos a un estándar algo menos eficiente, como el que determina nuestro Código Técnico para rehabilitaciones integrales, también será necesario aislar la envolvente, colocar nuevas carpinterías, sistemas de ventilación y calefacción adaptados.
3. Analizar el impacto de la construcción en arquitectura
El primer concepto relacionado con un impacto reducido, tiene que ver con el emplazamiento. Es importante situarnos en un lugar que no nos haga depender del coche para todo. Siguiendo esta idea es posible que, en muchos casos, si decidimos rehabilitar, sea más fácil encontrar un emplazamiento más céntrico, más próximo a equipamientos, comercios, etc.
Por otra parte, la decisión de rehabilitar, frente a construir de nuevas ya reduce en gran medida el impacto de la construcción. Reutilizar, re-emplear, reparar, son conceptos de economía circular que estamos poniendo en práctica con casi cualquier trabajo de rehabilitación.
Cuando elegimos rehabilitar, estamos ahorrando consumir materias primas y energía para producir la obra gruesa y en algunas ocasiones la construcción de nuevas vías o infraestructuras. Por otra parte, si el edificio antiguo sobre el que intervenimos no se hubiera rehabilitado, hubiera continuado emitiendo gases de efecto invernadero en exceso durante su utilización o hubiera sido demolido y reciclado (lo que implica también un importante consumo de energía).
Pero más allá de estos conceptos de partida, si queremos ser coherentes con un planteamiento ecológico, deberemos también ser cuidadosos con los materiales nuevos que vamos a emplear:
En una rehabilitación, éstos serán fundamentalmente, materiales aislantes, particiones, carpinterías, materiales de acabados exteriores (como morteros o materiales de cubrición) y materiales de acabados interiores en suelos y paramentos verticales.
Deberemos tener en cuenta de dónde provienen, su huella de carbono, su durabilidad y sus posibilidades de reutilización y reciclaje. Priorizaremos el uso de materiales naturales y atemporales.
En rehabilitación uno de los materiales nuevos más importantes será, sin duda, el aislamiento térmico. Para su elección, se deberá tener en cuenta el comportamiento higrotérmico de la construcción original. Será fundamental su comportamiento al paso del vapor de agua en función de si se aísla la construcción por el interior o por el exterior.
Las opciones más ecológicas para los materiales de aislamiento son las de origen vegetal (fibra de madera, corcho, algodón reciclado, paja, celulosa, cáñamo…). En rehabilitación también se usan mucho los de origen mineral (lana de vidrio, de roca, vidrio celular…). Estos últimos son materiales con una huella de carbono mayor que los primeros pero mucho menor que los aislantes derivados del petróleo.
4. Salud y bioconstrucción en una rehabilitación
Cuando renovamos por completo una vivienda, también es el momento de mejorar las condiciones de salud que ofrece.
De forma muy habitual, en una rehabilitación, resolveremos posibles patologías asociadas a problemas de humedad. Completaremos estas actuaciones optimizando el sistema de ventilación para mejorar la calidad del aire interior y optimizaremos la envolvente térmica para poder mantener a lo largo de todo el año una temperatura saludable en la casa.
Si rehacemos la instalación eléctrica, puede ser el momento de proyectar el nuevo trazado para controlar las radiaciones electromagnéticas, creando zonas libres de radiación en la vivienda, por ejemplo alrededor de los cabeceros de las camas.
Elegiremos materiales de acabado saludables como revocos naturales de cal o tierra, maderas tratadas al aceite o pinturas minerales libres de componentes orgánicos volátiles (COVs).
5. Una arquitectura esencial es más sostenible
Por último, conseguir crear espacios de calidad en el edificio es una de las bases de cualquier proyecto de rehabilitación.
Restauramos porque hemos encontrado algo que merece la pena conservar y mejorar. Se pone mayor interés en mantener los edificios que tienen unas cualidades arquitectónicas especiales, compositivas (como una bella fachada) o materiales nobles y naturales que envejecen con dignidad.
La calidad y la belleza son valores importantes en la arquitectura ecológica porque harán que el edificio se quiera conservar y que perdure más en el tiempo.
Por eso, cuando abordamos una rehabilitación, buscaremos también intervenir desde la belleza y la esencia. Se trata de poner en valor las preexistencias valiosas y de construir sobre ellas una nueva arquitectura que ensalce la memoria del edificio.
Conclusión
Hemos repasado los principales puntos a tener en cuenta para lograr una arquitectura sostenible. La pregunta ¿rehabilitar o construir de nuevas? no tiene una única respuesta. Si en una construcción nueva es más fácil obtener una óptima eficiencia energética, en una rehabilitación estamos economizando toda la energía que implica una construcción total. Por otra parte, esta no es la única pregunta. Ya hemos visto que en un proyecto de arquitectura ecológica entran en juego otros parámetros como la salud o la importancia de una implantación que evite múltiples desplazamientos.
Por lo tanto, no pretendemos aquí dar respuestas sino plantear algunas de las preguntas que uno debería hacerse antes de lanzarse a cualquier proyecto de rehabilitación o construcción ecológica. Cada caso requiere de un análisis propio.
Nos hacemos cargo de tu proyecto, desde el primer momento hasta que lo empieces a vivir, como si fuera el nuestro.
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