Casas pasivas modulares de madera

Dos hogares esenciales para una vida compartida en Asturias:

Este proyecto nace del deseo de dos familias amigas de construir, juntas, una forma de vida más sencilla y consciente. En una parcela abierta al sur, con una suave pendiente y vistas amplias hacia la montaña, se levantan estas casas pasivas modulares de madera: dos viviendas hermanas, parecidas y distintas, unidas por la búsqueda de la esencialidad y el equilibrio entre naturaleza y habitar.

Ambas se conciben bajo el estándar Passivhaus, lo que garantiza un confort térmico estable durante todo el año con un consumo energético mínimo. La estructura de entramado ligero de madera permite una construcción precisa, sostenible y saludable. Los materiales naturales favorecen una óptima calidad del aire interior, regulan la humedad y aportan calidez al ambiente doméstico.

Estrategias bioclimáticas, sencillez constructiva y eficiencia energética:

El diseño parte de una idea simple: conseguir el máximo con los mínimos medios. Un volumen compacto y bien orientado concentra la energía y reduce las pérdidas térmicas. En el centro, el gran estar-cocina se abre hacia el sur mediante ventanales que capturan el sol y el paisaje. Las terrazas orientadas al mediodía prolongan la casa hacia la naturaleza, extendiendo el espacio habitable más allá de sus límites físicos.

Cada vivienda incorpora un invernadero de acceso que funciona como espacio intermedio: resguarda de la lluvia, acumula el calor del sol y filtra la luz hacia el corazón de la casa.

Casas adaptadas a la vida

Pensadas para acompañar distintas etapas vitales, estas casas pueden adaptarse a diferentes modos de uso: la vivienda se abre por completo cuando la familia está reunida o permite independizar una parte para alquilarla y obtener un rendimiento adicional.

Estas casas pasivas modulares de madera son un ejercicio de contención y precisión: arquitectura esencial que demuestra que la verdadera sostenibilidad consiste en reducir, optimizar y habitar con lo justo.